Aunque los burros son animales rústicos, necesitan cuidados regulares para mantenerse sanos, cómodos y felices. La higiene corporal, la atención a sus cascos y las revisiones veterinarias son esenciales para prevenir enfermedades y detectar cualquier problema a tiempo.

✅ Cepillado regular del pelaje

👉 Cepilla a tu burro al menos dos o tres veces por semana para eliminar suciedad, polvo, parásitos externos y pelo muerto.
👉 Además de mantenerlo limpio, el cepillado fortalece el vínculo y estimula su circulación sanguínea.

✅ Revisión y limpieza de cascos

👉 Sus cascos deben limpiarse a menudo, especialmente si camina por terrenos húmedos o fangosos.
👉 Un recorte profesional cada 6 a 8 semanas es fundamental para evitar malformaciones, cojera o dolor.

✅ Revisión de ojos, orejas y dientes

👉 Limpia suavemente los ojos y las orejas si presentan secreciones.
👉 Los dientes deben revisarse al menos una vez al año por un veterinario, ya que pueden desarrollar picos que afectan su forma de comer.

✅ Desparasitación y vacunas

👉 Los burros también deben seguir un plan regular de desparasitación interna y externa, adaptado al entorno y a su edad.
👉 Consulta con tu veterinario las vacunas necesarias, especialmente si conviven con otros animales o salen del predio.

✅ Aseo del entorno

👉 Mantén su zona de descanso y alimentación limpia y seca para prevenir infecciones y plagas.
👉 Retira el estiércol y cambia la cama con frecuencia si está estabulado.

✨ Consejo: