Las llamas necesitan un entorno amplio, tranquilo y seguro donde puedan moverse con libertad y mantener una rutina estable. Aunque son resistentes, un entorno bien cuidado es esencial para su bienestar.

✅ Terreno amplio y estable

👉 Lo ideal es disponer de al menos 100 a 150 m² por llama, con buen drenaje para evitar encharcamientos.
👉 Prefieren suelos firmes y secos. Evita zonas con barro constante o piedras sueltas.

✅ Refugio contra el clima

👉 Aunque soportan temperaturas frías, necesitan un refugio techado para protegerse del viento, la lluvia y el sol intenso.
👉 El espacio cubierto debe tener suelo seco, buena ventilación y sin corrientes fuertes.

✅ Cercado seguro y alto

👉 Utiliza cercas de al menos 1.5 metros de altura para evitar que escapen o se estresen con otros animales.
👉 Evita alambrados peligrosos; lo ideal es un cercado de malla lisa o madera.

✅ Espacio para el grupo

👉 Las llamas son animales muy sociales, por lo que deben vivir al menos en parejas o pequeños grupos.
👉 Un entorno compartido, pero con espacio suficiente para alejarse si lo necesitan, favorece la armonía.

✅ Zona de descanso limpia y tranquila

👉 Proporciona áreas con suelo seco, limpio y algo acolchado, donde puedan echarse y descansar sin molestias.

✨ Consejo: