Los burros tienen un sistema digestivo muy eficiente y necesitan una dieta sencilla, rica en fibra y baja en azúcares. Una alimentación adecuada es esencial para mantener su salud, prevenir enfermedades como la obesidad o los cólicos, y asegurarles una vida larga y activa.

✅ Forraje de calidad como base

👉 La alimentación principal del burro debe ser heno seco y limpio, preferiblemente de pasto bajo en calorías.
👉 Evita heno demasiado rico o alfalfa en exceso, ya que puede provocar aumento de peso y problemas metabólicos.

✅ Poco o ningún grano o pienso comercial

👉 A diferencia de los caballos, los burros no necesitan cereales ni concentrados, a menos que tengan condiciones especiales (como vejez extrema o enfermedad).
👉 Su sistema digestivo está diseñado para aprovechar forrajes pobres, y los alimentos muy energéticos pueden causarles trastornos.

✅ Acceso constante a agua limpia y fresca

👉 Los burros deben tener agua disponible en todo momento, incluso si consumen forraje húmedo o viven en zonas frías.
👉 Usa recipientes resistentes y fáciles de limpiar. En invierno, asegúrate de que el agua no se congele.

✅ Sal y minerales a libre disposición

👉 Puedes ofrecer un bloque de sal mineralizado específico para equinos o burros, que les ayude a equilibrar su dieta.
👉 Es especialmente importante si viven en zonas de pasto pobre o beben mucha agua.

✨ Consejo: